INSTITUTO SUPERIOR DE FORMACIÓN DOCENTE N° 804
ESQUEL - PROVINCIA DE CHUBUT

Para irse pensando…

1.- Parece necesario lograr acuerdos sobre qué contenidos enseñar en la escuela secundaria, sin embargo, es claro que esto tiene estrecha relación con el sentido que se le otorga a la disciplina. Se hace muy presente la dificultad concreta de que los jóvenes transitan por varias escuelas de la zona, tienen experiencias diversas y conocimientos diferenciados, lo que parece dificultar el trabajo cuando no hay acuerdos entre los docentes. Pero la discusión se centra los fundamentos y en el por qué de la matemática en la escuela; más que en una categorización y secuenciación de contenidos. Tal vez los próximos debates deberían focalizarse en analizar enfoques y estrategias de abordaje de cada uno de los temas de la enseñanza.

2.- La diversidad de las aulas se manifiesta como un nudo que nos exige repensar la enseñanza si pretendemos encontrarle un sentido a la misma. De todas maneras, resulta conflictivo establecer definiciones sobre los fines de la enseñanza de la matemática, ya que como vimos, estos pueden estar orientados hacia la preparación para la universidad, con la consecuente exclusión de algunos alumnos; o hacia la construcción de procesos de pensamiento matemático independientemente de la continuidad en el sistema, pero con el riesgo de no preparar adecuadamente para los estudios superiores. Entonces es difícil en la escuela actual, encontrar las respuestas a las preguntas ¿Qué enseñamos? y ¿Para qué lo enseñamos?

3.- Encontrar la posibilidad de que cada uno de los alumnos pueda construir significados sobre la disciplina podría superar en algún punto la antinomia de un sentido u otro. Pero nuevamente la diversidad de capacidades, experiencias e intereses nos obliga a enfrentarnos con nuestros propios modos de pensar la enseñanza. Parece importante darle lugar a nuestro poder de decisión. Decidir qué es lo que entra y qué es lo que no en la enseñanza tiene que ver con nuestro compromiso con la formación de los jóvenes, y con la pasión hacia la tarea y hacia la responsabilidad de la que no nos podemos abstraer en la transmisión de la cultura a las generaciones futuras